Ayer me asesinaron por primera vez, no fue gran cosa. Hubo sangre, seguramente mi cabeza se partió en dos. Mi hermano con sus ojos inyectados de odiio, me dió con una quijada de animal..
Así comenzó la cosa.
Pero como cada día, no renazco, despierto ~Solo había sido un mal sueño~. Cada noche, alguien me asesinará, ~el juego eterno de los dioses~ mañan tal vez me toque ser Julio César traicionado por su hijo Bruto en mis falsos catillos en el aire o Platón, bebiendo un soporífero veneno, lo bello es que mañana volveré a ser el mismos, despertaré, El sol candoroso volverá a caer sobre mis sábanas, comenzaré de nuevo con una amable sonrisa, con buen humor, carajo. Al llegar el atardecer puedo elegir ser Prometeo o Minotauro. Pensaré en lo duro que es cuidar cabras y arreglar extensas tierras para cultivarlas o imaginaré que soy un emperador en medio de castillos en medio de cruentas guerras o cargaré una cruz a un lado de Jesúcristo… pero… hasta hoy siempre despertaré mientras sea hombre y corra sangre en mi. Hey, tú, sí, tú que me lees: ¡¡No hundas más cuchillos, no!!.
Fotografía del Granero de México.

© Mario Guzmán 13, abr, 2022 desde el granero de México

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