Cuando cerraba los ojos M. soñaba que componía una canción muy alegre. Mientras dormía aún podía escuchar el crepitar del fuego de la cocinita de su abuela. En el sueño se veía embrazando una guitarra y entonaba la canción, pero en lugar de ser lo que componía un soplo corría, entonces, se se escuchaba como Pedro Infante: “si te vienen a contar diles que yo no fui…”. Después él se desdibujaba en el sueño y de pronto aparecía su abuela: hijo, ya te metiste en problemas, hay hijo… Otra vez un velo de colores tamizaba las imágenes oníricas y otra vez se veía envuelto en una bola que crecía y crecía a cada instante hasta que lo apretujaba que lo inmovilizaba poco a poco hasta estar a punto de morir. M. entonces se despertaba creyendo en que entonaba una bella y desconocida canción, pero de su boca no había sonido. Con su expresiva mirada roía a su alrededor de su habitación. El reloj, el vaso, el cepillo de dientes, los zapatos negros, el traje colgado. En ese silencio del despertar nacía ese canto profundo y humano.

2 respuestas a “Habitación”

  1. Avatar de Claudia Leticia
    Claudia Leticia

    Maravilloso

    1. Agradezco tu comentario ¡Qué bien que te gustó¡.

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